LOS PERROS BEAGLE
Algunos
registros históricos señalan la antigua Grecia y la Francia primitiva como los
lugares de origen de la raza, y hay evidencia que apoya la suposición de que en
tiempos de las Cruzadas la raza Beagle era ya reconocida como raza de perros de
caza. Descendiente directo del Otterhound, probablemente a través del
Bloodhound, el Beagle es el progenitor de todas las variedades modernas del
sabueso.
Inglaterra
adoptó el Beagle a principios de su historia, y en tiempos de la reina Isabel
I, las jaurías de sabuesos eran populares en casi todas las grandes propiedades
campestres. No cabe duda de que los criadores ingleses hicieron más que los de
ninguna otra nación para desarrollar el Beagle, aunque Francia sigue teniendo,
incluso en nuestros días, excelentes familias. Los primeros colonos que se
establecieron en América llevaron consigo sabuesos de diferentes tipos y
variedades, más que nada como ayuda para conseguir alimentos, y no dieron
demasiada importancia a desarrollarlos como tipos o variedades específicas.
A
principios de la década de 1870, algunas personas se interesaron en desarrollar
el Beagle en Estados Unidos. Entre ellos estaban Norman Elmore, de New Jersey,
y el general Richard Rowet, de Illinois. Estos criadores importaron Beagles
ingleses de excelente tipo y pedigree, y dieron comienzo a la idea de llevar
registros de los apareamientos y de las subsiguientes camadas como una manera
de proporcionar terreno fértil para desarrollar Beagles que pudieran satisfacer
las necesidades de la nación. Hasta entonces, el Beagle inglés había sido
adiestrado principalmente para perseguir zorros, y había sido criado para
alcanzar una altura de 37-42 centímetros en la cruz. En América, el Beagle fue
criado selectivamente para reducir su altura. Actualmente, no es difícil
encontrar Beagles de una altura de sólo 25 o 30 centímetros en la cruz.
Hacia
1880, Hiram Card, de Elora, Canadá, comenzó a importar Beagles ingleses, y con
cuidadosos cruces desarrolló la variedad de cabeza azul, aún frecuente en los
pedigrees modernos.
Durante
todo este tiempo, el Beagle fue estrictamente un perro de caza, criado y
adiestrado exclusivamente para la caza. No fue hasta más tarde que el Beagle
comenzó a conquistar los corazones de familias enteras y a popularizarse por
sus numerosas cualidades además de la habilidad como cazador. A medida que
pasaron los años, muchos grandes criadores con diferentes ideas tomaron parte
en el desarrollo de habilidades individuales de Beagles. Esencialmente, sin
embargo, el Beagle ha permanecido cerca del cazador. Incluso en la actualidad,
sus evaluaciones de exhibición se basan en las características que promueven
una mejor capacidad para desempeñar las funciones para las cuales se desarrolló
originariamente la raza.
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