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viernes, 14 de julio de 2023
jueves, 31 de octubre de 2019
PERRAS GESTANTES, COMO ACOMPAÑAR
CONDICIONES ÓPTIMAS PARA EL DESARROLLO CORRECTO DEL FETO
La perra ha de
encontrarse en un lugar tranquilo y sobre todo familiar. No es nada
recomendable efectuar una mudanza en plena gestación. También conviene evitar
las visitas continuas interesándose por el estado de la futura madre. La
alimentación debe estar adaptada a las exigencias del desarrollo físico de los
pequeños. Las necesidades alimentarias de la madre aumentan especialmente en el
último tercio de la gestación, etapa en la que los cachorros experimentan un
rápido crecimiento. Al final de la gravidez, el peso de la perra aumenta entre
un 15 y un 25 %. Por lo tanto, el aporte suplementario se hará durante los
quince últimos días de gestación. A partir de la quinta semana hay que
incrementar la cantidad de calorías de cada ración en un 10 %. Los elementos
indispensables para el desarrollo de los fetos son el agua y las proteínas, lo
cual condicionará los aportes suplementarios que deberá recibir la hembra. Al
final de la gestación, las necesidades de la hembra en cuanto a proteínas son
cuatro veces superiores a los valores normales, por lo que su proporción en la
ración de comida debe ser por lo menos del 30 %. Los alimentos ricos en
proteínas son los huevos, el hígado y los productos lácteos. La necesidad de
minerales también aumenta. La gama de productos de los fabricantes de alimentos
industriales incluye un tipo de alimento especialmente indicado para perras
gestantes.
El cordón umbilical Al nacer, el pequeño sigue todavía unido
a la madre por el cordón umbilical. La perra puede romperlo por sí misma, pero
a veces se hace necesaria la intervención de la persona que la cuida. La perra
ingiere una o varias placentas y acto seguido se ocupa de sus cachorros. El
propietario, que ha seguido de cerca todo el proceso, deberá retirarse y dejar
los cachorros a la madre, que se encargará de transmitirles las primeras
enseñanzas hasta el destete. A partir de ese momento, volverá a intervenir. Un
dueño demasiado posesivo no favorece el equilibrio de los pequeños.
Fuente : Catherine Dauvergne y Florence Desachy
¿Por qué los perros esconden huesos?
¿Por qué los perros esconden huesos?
Conozca a su perro
Para comprender por qué los perros
domésticos esconden alguna vez los huesos es necesario considerar la forma en
que los lobos cazan en estado salvaje. Las presas pequeñas, como los ratones,
son acechadas, perseguidas, cazadas por lobos que actúan de manera individual.
Al saltar, atrapan la presa bajo la pata delantera. En el momento en que la
cogen, muerden deprisa varias veces, tras lo cual es engullida con rapidez. Las
presas ligeramente mayores, como los conejos, son tratadas de la misma manera.
Si un animal de este tamaño muestra alguna dificultad, lo sacudirá
vigorosamente; pero, por lo general, unos cuantos mordiscos es cuanto necesita
para matarlo. A los animales de tamaño medio, como una oveja o un cervatillo,
les producen la muerte con mordiscos en la garganta. Lo hacen en unos pocos
segundos. Con todos esos animales, desde el ratón a la oveja, no existe
necesidad de guardar comida enterrándola. Incluso un cervatillo puede ser
consumido con rapidez por unos cuantos lobos, pues cada individuo adulto es
capaz de tragar hasta ocho kilos de carne de una sentada, y llegar a ingerir
veinte kilos en veinticuatro horas.
Sólo con las presas muy grandes,
como un ciervo adulto, ganado o caballos, pueden conseguir una reserva de
alimentos. No obstante, incluso en dichos casos por lo general dejan la carcasa
in situ después de haberse comido la presa por completo, y vuelven después.
Pero si la manada de lobos es pequeña y sólo está compuesta por unos cuantos
animales adultos, pueden tomar la precaución de arrancar grandes trozos de
carne y enterrarlos en el suelo. Esto protege a los alimentos de los
carroñeros, especialmente ciertas aves como los cuervos, cornejas y buitres. En
los veranos cálidos, también preserva la carne de las moscas y los gusanos.
Normalmente, este entierro tiene lugar muy poco después de la muerte, y a veces
los pedazos de carne se llevan a la guarida y se depositan allí.
La acción de enterrar consiste en
excavar un agujero con las patas delanteras mientras todavía sujetan la carne
con las mandíbulas. Cuando la cavidad es ya lo suficientemente honda, el lobo
abre las quijadas y deja caer la carne. Luego emplea el hocico para volver a echar
la tierra encima del escondrijo. A diferencia del gato, nunca usa sus patas
delanteras para llenar el agujero que ha excavado. Una vez el hoyo ha quedado
cubierto, realiza unos cuantos movimientos de presión hacia abajo con el morro
y luego se va. Regresa al día siguiente, con las patas delanteras, pone al
descubierto la carne, la agarra con las mandíbulas, la sacude con fuerza para
desprender la tierra pegada a su tesoro y luego lo deja en el suelo y empieza a
comérselo.
Volviendo al perro doméstico,
resulta ahora sencillo ver qué condiciones deben estar presentes para alentarlo
a enterrar alimentos. En primer lugar, debe existir un excedente de comida. Un
perro hambriento, al igual que sus antepasados los lobos, se come todo lo que
puede. Sólo si queda algo que no es capaz de zamparse, se lo lleva al jardín y
lo entierra. La comida para perros comercial, incluso en los hogares en que los
dueños sobrealimentan a sus animales, resulta imposible de llevar y de sujetar
con las mandíbulas mientras practica un agujero. Por lo tanto, los perros
alimentados sólo con alimentos blandos colocados en sus cuencos, nunca tendrán
la oportunidad de enterrar nada. Pero si les dan huesos grandes, lo harán
porque, al fin, tendrán algo que podrán llevarse y guardar en un agujero.
La razón de que los huesos sean tan
populares como objetos que se pueden enterrar, es que, aunque los perros en
cuestión no estén sobrealimentados ni tengan un excedente de comida, un hueso
de buen tamaño, que no puede romper ni comérselo, viene a equivaler a una pieza
alimenticia «que no puede comerse de inmediato». Es esta cualidad de «sobrante»
lo que persuade, incluso a un perro hambriento, a enterrarlo.
Algunos perros de compañía,
sobrealimentados con comida blanda, realizan un extraño entierro de restos de
alimentos. Saben que la comida que queda en el cuenco no deja de ser buena,
pero no están hambrientos, por lo que tratan de enterrar todo el cuenco en un
rincón de un cuarto. Las acciones de enterrar son sólo fragmentarias en tales
casos. Por lo general, el animal lo máximo que llega a hacer son «movimientos
de cubrimiento» con el hocico. Esas acciones pueden a menudo empujar el cuenco
por el suelo, pero no tienen otros efectos y el perro renuncia pronto. Lo que
un perro que hace eso le está diciendo a su amo es que le han dado una comida
muy abundante. Para no dejarla a unos imaginarios carroñeros, realiza los
movimientos de guardar la comida para otra ocasión.
Del libro Dogwatching Autor: Desmond Morris
Ilustración de Stock
martes, 29 de octubre de 2019
¿Por qué los gatos comen hierba?
¿Por qué los gatos comen hierba?
Conozca las costumbres de sus gatos
La mayoría de los dueños de gatos han
observado, de vez en cuando, cómo su animalito arranca largos tallos de hierba
en el jardín y empieza a masticarlos y morderlos. Es sabido que los gatos que
viven en apartamentos donde no hay jardines en los que ramonear, causan daños
considerables en las plantas de interior, en un desesperado intento por
conseguir un sustitutivo de la hierba. Aunque en raras ocasiones, ha habido
gatos que incluso han enfermado por comer plantas venenosas.
Muchos expertos en gatos se han quedado
intrigados ante esta conducta y algunos han admitido con franqueza que no
tenían una respuesta adecuada. Otros han ofrecido una gran variedad de
explicaciones. Durante muchos años, la respuesta favorita era que los gatos
tomaban la hierba como laxante para ayudarse a expulsar las perturbadoras bolas
de pelo alojadas en sus intestinos. Una sugerencia relacionada con esto alegaba
que comían hierba para poder vomitar las bolas de pelo. Esta sugerencia se
basaba en las observaciones de que los gatos, a veces, vomitan después de comer
hierba, pero también pasaba por alto la posibilidad de que fuera lo que fuese lo
que les sentara mal también les hacía querer comer hierba, y no que fuese el
comer hierba lo que les hiciese. vomitar. Una explicación menos popular era que
la hierba ayudaba a los gatos en caso de inflamaciones de garganta o irritación
en el estómago. Algunas autoridades sospechaban, simplemente, que esta
actividad era como una forma de añadir alimento poco digerible a su dieta.
La opinión más reciente ‑ y la
explicación más probable ‑ es que los gatos mastican hierba para conseguir
cantidades mínimas de una sustancia química que no pueden conseguir en una
dieta cárnica y que resulta esencial para su salud. La sustancia en cuestión es
una vitamina llamada ácido fólico, que resulta vital para los gatos porque
desempeña un importante papel en la producción de hemoglobina. Si un gato es
deficiente en ácido fólico sufre en su crecimiento y puede convertirse en una
anemia grave. Los propietarios de gatos cuyos animales no tienen acceso a
hierbas de ninguna clase, a veces resuelven el problema sembrando hierba en un
macetero y haciéndola crecer en sus apartamentos para que la mastiquen sus
animales de compañía.
Será bueno señalar, aunque sea de
pasada, que los gatos, si bien pueden necesitar este suplemento de vegetales en
sus dietas cárnicas, son primero y primordialmente carnívoros y como tales
deben ser tratados. Los intentos recientes de los bienintencionados
vegetarianos de dirigir a sus gatos hacia una dieta no cárnica son a un tiempo
poco juiciosos y crueles. Los gatos enferman con rapidez con una dicta vegetariana
y no sobreviven si ésta dura mucho tiempo. La reciente publicación de dietas
vegetarianas recomendadas para gatos constituye un claro ejemplo de abuso de
los animales y como tal debería tratarse.
Por DESMOND MORRIS del Libro OBSERVE A SU GATO
viernes, 25 de octubre de 2019
GOLDEN RETRIEVER
GOLDEN RETRIEVER
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
El aspecto general del golden ha de ser
simétrico, equilibrado, activo, potente y con los movimientos bien alineados.
Su expresión es amable y sensata. La cabeza está proporcionada y bien
cincelada. El cráneo es ancho, pero no tosco. El morro es potente, ancho y
profundo, de igual longitud que el cráneo, con el stop bien definido. Los ojos
están bien separados, y son de color marrón oscuro,
con los márgenes de los párpados oscuros. Las orejas son medianas, y se
insertan aproximadamente en la línea de los ojos. Las extremidades son rectas y
con buena osamenta, bien firmes debajo del tronco. La cola nace en la línea del
lomo y llega hasta el nivel del corvejón, aunque el animal la lleva en sentido
horizontal, sin curvarse en la punta.
Color: están admitidos todos los matices del oro y del crema, nunca el rojo o
el caoba.
Talla: la de los machos, de 56 a 61 cm, la de las hembras, de 51 a
56 cm.
ORÍGENES E HISTORIA
El reconocimiento de la raza es bastante
reciente, pues data de 1931, y no se sabe prácticamente nada de su historia
anterior, si bien circulan algunas leyendas: la más
famosa narra cómo en 1858 Lord Tweedmouth adquirió una pareja de perros de
pastor del Cáucaso de manto claro, que había visto trabajar en un circo. De las
camadas que obtuvo se quedó siempre con los cachorros golden
(dorados), con lo que acabó fijando el carácter recesivo del manto. Otra teoría
sostiene que la raza nació del cruce de un perro de San Huberto (bloodhound) de color arena con un spaniel de agua hoy
en día extinguido. Según una tercera versión, el progenitor de la raza habría
sido Nous, un perro amarillo nacido del cruce entre un spaniel de agua y un
flat coated retriever.
CARÁCTER Y APTITUDES
El golden retriever tiene un carácter
excepcional: es amable con los niños y cariñoso y tranquilo con los ancianos.
También es un compañero robusto para jóvenes, y un
ayudante inestimable para cazadores. Es un perro que exige mucho tiempo, porque
tiene una gran necesidad de compañía humana: él se considera un miembro más de
la familia, es decir, de la «manada», y quiere tener un papel digno de respeto,
ser útil y participar en todas las actividades. Como cazador es un hábil
cobrador, especialmente en el agua.
SALUD
El golden retriever
es un perro muy robusto que resiste las inclemencias del tiempo. Pese a haber
sido seleccionado para el trabajo en el agua y a tener un manto totalmente
impermeable, cuando sale del agua se le ha de secar bien la base de la cola
para evitar un fenómeno llamado broken tail («cola
rota»), consistente en una dolorosa contracción de los músculos abductores que
induce al perro a llevar la cola torcida, dando la
impresión de que está rota.
DÓNDE Y CÓMO TENERLO
Puede vivir tanto en casa como en el jardín.
OBSERVACIONES Y CONSEJOS
El adjetivo golden no
se refiere al color del manto, sino a sus cualidades («perro de oro»). De hecho
no todos los golden tienen el manto de color dorado, ya que en muchos
ejemplares son frecuentes las tonalidades de color crema,
y no por ello dejan de ser preciosos.
jueves, 17 de octubre de 2019
¿Por qué un perro asustado mete la cola entre las patas?
¿Por qué un perro asustado mete la cola entre las patas?
Del libro " Dogwatching" de Morris Desmond
Todo el mundo sabe el significado de
esta posición de la cola, pero ¿por qué ha evolucionado este gesto particular
en el lenguaje corporal de los perros? ¿Cuál es la causa de que una posición de
cola caída esté relacionada con miedo, inseguridad, subordinación y
apaciguamiento y exhibición de bajo status, mientras la cola elevada es señal
de dominio y alto status?
La respuesta no se basa en la cola
en sí, sino en lo que está debajo de ella. Al bajar la cola, y luego curvarla
con fuerza entre las patas traseras, el perro rastrero está eliminando de una
manera efectiva todas las señales de olor de su región anal. Cuando se
encuentran dos perros de elevado rango, alzan orgullosos sus colas y exponen
sus zonas anales para que sean examinadas de cerca. Dado que las glándulas
anales poseen olores personales que identifican a los perros individuales, la
acción de meter la cola entre las patas es el equivalente canino del humano
inseguro que desvía la mirada.
En un perro doméstico solo que vive
con una familia humana, esta exhibición no posee una gran importancia, pero
donde existe una agrupación social de perros, en que los status relativos y el
orden de rango son importantes, sustituye una señal vital que protege al más
débil del grupo del más fuerte. Y, como es lógico, es de gran trascendencia en
la sociedad de los lobos en estado salvaje. Se puede observar cómo un lobo
subordinado al aproximarse a un miembro dominante, baja la cola y la aprieta
con fuerza entre las patas traseras cuando pasa cerca del «lobo superior», y
luego la alza de nuevo al alejarse de su radio de acción.
Existe una intrigante diferencia
entre los perros domésticos y sus antepasados salvajes en relación a esa
exhibición. En la cola de todos los lobos, pero no en los perros, existe una
glándula precaudal, que puede observarse como un lugar oscuro a unos siete
centímetros y medio de la base, rodeado por unos pelos negros y tiesos, esta
pequeña parte de la piel está formada por un grupo de glándulas sebáceas
modificadas que exudan una secreción grasa. Al igual que las glándulas anales,
sólo se vincula a la señalización de olores y su posición en el exterior de la
cola resulta significativa. El que se halle colocada donde está, otorga la
posibilidad de ofrecer una sustitución a la búsqueda de olores, pues sustituye
a la zona anal. Si un lobo se aproxima a otro para olerle por detrás,
encontrará una clase de olor glandular si la cola está alzada (la glándula
anal) y otra, cuando la cola está bajada (la glándula precaudal de la cola).
Esto significa que la señal de olor del lobo es más compleja que la del perro
doméstico.
¿Por qué el perro ha abandonado la
señal de glándula de la cola y no la posee en absoluto? Todos los demás cambios
que han tenido lugar durante el desarrollo de diez mil años del perro, desde el
lobo, han sido seleccionados de modo deliberado por los criadores de perros
humanos para mejorar una u otra cualidad en sus animales, acabando el proceso
en las numerosas razas que tenemos hoy. Pero la función de la glándula de la
cola del lobo no se ha discutido hasta tiempos muy recientes, por lo que
resulta muy difícil comprender que se haya convertido en el foco de las
tendencias de la raza en los siglos anteriores. Sin embargo, debió eliminarse
en un estadio muy temprano porque su pérdida parece ser completa en todas las
razas de perros. Se trata de la única diferencia entre lobos y perros que
continúa siendo un completo misterio en la actualidad.
Digamos algo más acerca de las
exhibiciones de cola alzada y cola bajada de perros y lobos. Aunque la función
primaria sea indudablemente la modificación de las señales olorosas, se ha
hecho mucho más importante otra de tipo secundario en forma de mensaje visual.
Cualquier animal puede observar a distancia, con un simple vistazo, cuál de los
dos «intérpretes» es dominante y cuál subordinado, simplemente por sus
siluetas. Una ojeada es todo lo que se necesita para comprobar si se ha
producido cualquier cambio en las relaciones de status y si un animal más débil
está tal vez, al fin, planteando su desafío a otro más fuerte.
miércoles, 16 de octubre de 2019
CANICHE TOY, CARACTERÍSTICAS
EL CANICHE TOY
Un buen perro de compañía
Es un perro cuyo origen se lo ha disputado Francia y Alemania, aceptando finalmente que su origen es francés.
A partir del siglo XVI se hicieron famosos por su belleza e inteligencia. Es una raza de perro de agua, rescataban la presa cazada del agua
La variedad Toy mide 28 centímetros de alzada, lo que lo hace ideal para vivir en departamentos y lugares pequeños.
Es muy activo, generalmente muy atento lo que hace que sea adiestrado fácilmente.
Se consideran todos los colores como de la raza
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